El cambio climático representa una amenaza importante para la seguridad alimentaria mundial. Los sectores agrícolas están particularmente expuestos a los impactos del cambio climático y la variabilidad del clima; por lo tanto, los suelos son esenciales en el debate sobre cómo hacer frente al cambio climático.
Pero, antes de adentrarnos en ese debate…¿sabías que solo un 12% del suelo de la Tierra es apto para el cultivo? ¿Sabías que hacen falta más de 1,000 años para formarse naturalmente 3 centímetros de la capa superficial del suelo?
Si no sabías estos datos será importante destacar que más del 20% de los suelos en todo el mundo se han degradado por las malas prácticas agrícolas y que está en nuestras manos recuperarlos y conservarlos para lograr una agricultura sostenible de cara al futuro.
Y ahora sí, ¿cómo puede repercutir la calidad y conservación de suelos sobre el cambio climático?
Suelos manejados de forma sostenible:
- Suponen la mayor reserva de carbono terrestre.
- Gran potencial para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la agricultura.
- Aumentan la resiliencia frente al cambio climático.
- El consumo de combustibles fósiles para la producción agrícola también se reduce considerablemente en la agricultura de conservación.
Suelos manejados de forma insostenible:
El carbono del suelo se libera a la atmósfera en forma de CO2 contribuyendo así al cambio climático.
Las malas prácticas agrarias pueden representar una grave amenaza a la seguridad alimentaria.
La conversión constante de pastizales y bosques en tierras de cultivo y de pastoreo ha supuesto pérdidas históricas del carbono del suelo.
Las emisiones de GEI de la agricultura, silvicultura y la pesca, casi se han duplicado en los últimos 50 años (1965-2015).
A falta de mayores esfuerzos para contrarrestar los efectos de las malas prácticas agrícolas sobre el calentamiento global, las emisiones de GEI podrían llegar a aumentar un 30% adicional para 2050. Lo que supondría un impacto desastroso sobre la sostenibilidad medioambiental y la producción de alimentos a nivel mundial.
¿Cómo se puede mejorar la calidad de un suelo para contribuir a la reducción del cambio climático?
1. Reduciendo la erosión del suelo con coberturas vegetales:
Un suelo fértil ayuda a las plantas a crecer al proporcionarles nutrientes, retener el agua suficiente para crecer y ofrecer el substrato para que se extiendan sus raíces. Las plantas por su parte, ya sean cultivos, hierbas, arbustos o árboles protegen y estabilizan al suelo frente a la erosión y le devuelven parte de la materia orgánica.
2. Reduciendo la huella energética:
Uno de los cambios más perceptibles para el agricultor es la disminución de energía y mano de obra agrícolas necesarias. La AC contribuye a reducir la energía agrícola necesaria para la producción agrícola hasta en un 60% en comparación con la agricultura convencional.
Esto se debe a que se eliminan la mayoría de las operaciones que requieren más energía, como la labranza. Además, la inversión en equipos, especialmente en lo relativo al número y tamaño de tractores, se reduce significativamente. Este efecto se aplica igualmente a los pequeños agricultores que únicamente utilizan trabajo manual o tracción animal.
3. Uso de maquinaria de forma adecuada:
El uso indebido y sin conocimiento de la maquinaria agrícola puede provocar degradación del suelo de cultivo. En ocasiones se emplea maquinaria de forma incorrecta llegando incluso a pulverizar el terreno y acelerando la erosión ocasionada por las adversidades climáticas. Por ello es fundamental realizar las labores de preparación del terreno en el momento adecuado y con el apero que corresponda.
4.Controlando las extracciones y aportaciones de Materia orgánica:
La materia orgánica forma complejos con los minerales de los suelos que tienen la capacidad de retener nutrientes y ponerlos a disposición de los cultivos, disminuyendo lixiviaciones y bloqueos, lo que favorece la asimilación de los nutrientes minerales. Es decir, la materia orgánica es sinónimo de fertilidad de los suelos.